Terry Brunk, conocido mundialmente como Sabu, murió a los 60 años y dejó al mundo de la lucha libre sumido en la tristeza. WWE y AEW confirmaron la noticia este domingo, aunque aún no se conocen las causas del fallecimiento. Sabu subió por última vez al ring el 18 de abril en Las Vegas, donde venció a Joey Janela durante el evento Spring Break de GCW, en el marco de WrestleMania 41. Poco después, saludó a los fanáticos en la convención de la Tri-State Wrestling Alliance, celebrada en la histórica ECW Arena.

Sabu se convirtió en un ícono de la lucha libre extrema durante los años 90 gracias a su estilo arriesgado y brutal. Los fanáticos lo apodaron “el maníaco suicida, homicida, genocida y que desafía a la muerte”. Dejó una marca inolvidable en ECW al conquistar dos veces el Campeonato Mundial Peso Pesado, además de sumar títulos en parejas y el campeonato televisivo. Su carrera también incluyó pasos destacados por WWE, TNA, WCW, New Japan Pro-Wrestling, AAA y numerosas promociones independientes.

Como sobrino del legendario The Sheik, Sabu abrazó desde joven una mentalidad temeraria. Enfrentó combates con mesas, sillas, escaleras y alambres de púas sin medir consecuencias. Su legado incluye momentos memorables que definieron el estilo hardcore. Participó en WrestleMania 23 como parte del equipo ECW Originals y en 2023 volvió al foco con apariciones especiales en AEW, incluso como árbitro en un duelo entre Adam Cole y Chris Jericho.

Compañeros y fanáticos lo homenajearon apenas se conoció la noticia. Taz reconoció que Sabu fue clave para que su carrera despegara. Rob Van Dam también le rindió tributo con su gesto clásico apuntando al cielo. WWE lo describió como un pionero del estilo hardcore, mientras que AEW recordó a Sabu como alguien que entregó todo por la lucha libre. Su estilo marcó a varias generaciones, y su nombre seguirá ligado al riesgo y la entrega total sobre el ring.

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