Seth “Freakin” Rollins se robó los reflectores en el main event de WrestleMania 41 con una victoria épica ante Roman Reigns y CM Punk, en una lucha triple amenaza que los fanáticos ya catalogan como un combate de 5 estrellas. Pero el resultado no solo se definió por la acción sobre el ring, sino también por una traición inesperada que cambió el rumbo de la historia.
En una batalla cargada de drama, intensidad y emoción, los tres luchadores entregaron una clase magistral de lucha libre. Rollins mostró su agilidad y resistencia, Roman impuso su poder físico, y Punk demostró que sigue siendo una mente maestra dentro del cuadrilátero. Cada uno tuvo momentos para brillar, pero cuando parecía que Punk estaba por cerrar la victoria con un GTS, todo se desmoronó.
Algo que nadie se esperaba…
Paul Heyman, quien había reaparecido en WrestleMania junto a CM Punk, sorprendió al atacar brutalmente al mismo Punk con una silla metálica, desatando la confusión en el estadio. Pero lo más impactante ocurrió segundos después, cuando el propio Reigns intentó darle con la silla a Rollins… recibió el mismo castigo por parte de Heyman.
La traición doble dejó a Punk y Reigns tendidos en la lona, lo que abrió el camino para que Seth Rollins aplicara un Stomp sobre Reigns. Con la cuenta de tres, Rollins se llevó la victoria más significativa de su carrera y cerró la noche levantando los brazos como el arquitecto supremo de WWE.
La traición de Heyman sacudió la narrativa del Universo WWE y dejó más preguntas que respuestas. ¿Por qué traicionó a sus dos antiguos aliados? ¿Qué planes tiene ahora?
WrestleMania 41 cerró con una ovación estruendosa para Rollins y una nueva era que empieza a escribirse con traiciones, gloria y un combate que ya quedó en la historia.
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