El mal estado de una cancha volvió a generar polémica tras un nuevo partido de la Liga de Primera. Este último fin de semana, el estadio Nelson Oyarzún Arenas de Chillán se observó con un césped deteriorado, con múltiples parches sin pasto, zonas descoloridas y sectores claramente irregulares que afectaron el desarrollo del juego.
A pesar de que el recinto ha albergado partidos de alta competencia durante el año, el actual nivel del terreno de juego genera preocupación tanto entre los futbolistas como en los propios hinchas, quienes se manifestaron en redes sociales con duras críticas hacia la mantención del campo.
Jugadores de ambos equipos se vieron obligados a adaptarse a un piso inestable, lo que dificultó el control del balón, aumentó el riesgo de lesiones y afectó directamente la calidad del espectáculo. Incluso desde algunos clubes ya se estaría evaluando presentar quejas formales a la ANFP por las deficientes condiciones del terreno.
Un estado que se mantiene desde tiempo atras.
Desde hace largo rato que el césped ha sido un tema para la administración del recinto de Chillán. Cabe recordar que en verano del presente año, se tuvo que trabajar para tener en perfectas condiciones el estadio para el duelo de Copa Libertadores, en donde Ñublense debía jugar su duelo ante Boston River.
Sabes Deportes tomó contacto con la administración del estadio Nelson Oyarzún y no hubo voces oficiales disponibles al respecto. Sin embargo, se espera que en los próximos días se anuncien medidas para mejorar el césped, ya que el cuadro de Chillán jugará varias fechas como visitante.
El mal estado del césped no solo impacta en lo deportivo, sino también en la imagen del campeonato nacional, sobre todo considerando la transmisión internacional de los encuentros. Mientras Ñublense lucha por puntos vitales, la precariedad del campo suma un obstáculo adicional para desarrollar el fútbol como corresponde.
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