Eduardo Vilches
El volante fue presentado como refuerzo de Fernández Vial. Foto: Fernández Vial

Eduardo Vilches se reencanta con el fútbol: «En mi casa son casi todos vialinos». Asomó sorpresivamente hace un par de semanas en la práctica de Fernández Vial en Las Golondrinas y ya firmó contrato como nuevo jugador aurinegro.

El volante Eduardo Vilches, con amplio recorrido en el fútbol chileno, vestirá la camiseta del «Almirante» en este segundo semestre tras amargos meses. En conversación con Sabes Deportes, el jugador repasó su actualidad y lo que vivió durante el último año, dentro y fuera de la cancha. Disputó su último partido oficial el 3 de octubre de 2023 y cuenta que «en diciembre se me complicó porque jugando fútbol 7 con un amigo, me fracturé la mandíbula. Ya estaba cerrando el capítulo, pero con el llamado del profe Seba (Ortíz) se abrió una puerta y si fue así, agradecido de Dios. Entregaré todo porque las oportunidades se aprovechan».

¿Qué pasó con usted el año pasado? ¿Por qué no se le dieron las cosas?

En el Conce fue raro. En las prácticas semanales hacíamos todo bien, pero en los partidos no salía nada. Éramos irreconocibles. Queríamos hilvanar una jugada y la tirábamos para afuera, los controles quedaban largos, nos hacían un gol y no lo sacábamos más. Fue raro todo. Yo venía de campeonatos siendo uno de los mejores volantes de la división y me quedé en el Conce porque iba a ser papá y quería estar con la familia. Tuve una oferta de San Luis, pero la deseché. Después perdíamos, perdíamos y caí en un hoyo. Sicológicamente no estaba bien.  

Y de ahí partió a Santa Cruz …

Tuve un contacto con el profe (Hernán) Peña que me tuvo en San Marcos de Arica pensando que me podía hacer bien. Pero, estando allá, el tema se complicó mucho por lo familiar. Necesitaba afecto por mi hija recién nacida, a quien veía solamente por videollamada.

¿Cómo fue eso de la fractura de la mandíbula?

Me estaba preparando para buscar equipo en enero cuando unos amigos me invitaron a un nacional de fútbol 7 y me pegaron un codazo. Me operé el 5 de ese mes, pero eran dos meses de recuperación y dije ‘aquí jodí’. Desistí de buscar club, empezar a llamar o tener alguna oportunidad.

¿Y qué hizo?

Empecé un emprendimiento con mi señora y estamos en eso. Tenemos un negocio acá en la casa en Nonguén.

¿De qué es el negocio?

Es un minimarket. Vendemos de todo un poco. Con eso hemos parado la olla estos meses.

Y jugó amateur en estos meses …

Había firmado en Pedro del Río. Jugué como cuatro o cinco partidos hasta que me llamó el Seba (Ortíz). Desde ahí me enfoqué en lo físico y las comidas.

Cuando se lesionó y estaba en el minimarket, ¿pensó que ya se le había acabado la carrera?

Mira, soy sincero. No quería volver a jugar. Ya estaba tranquilo con mi negocio acá en Nonguén, donde vivo. Nos va bien y nos damos vuelta con esto. No tenía ganas ni esa «chispita» por una revancha, pero el llamado del profe Seba (Ortíz) encendió esa llamita. Que alguien te llame, se interese en ti y te diga que hay que sacar esto adelante … todo eso me dieron ganas de volver. Lo hablé con mi señora, que es la que tiene que decidir, porque ahora yo entreno y el peso del negocio se lo lleva ella. Me dijo que le diera nomás, que aprovechara esto que Dios puso en el camino. Así que estoy a disposición para cuando el profe quiera.

Mucho margen de espera no hay …

No, ya no hay tiempo. Hay que sacar esto adelante. Si bien se han descontado puntos, tenemos que hacer la tarea en la cancha. Hay que rescatar todo lo que se pueda como local y visitante.

¿Qué dice la familia de este paso a Fernández Vial?

Por el lado de mi mamá son todos vialinos. Estaban contentos cuando les conté, querían que firmara rápido. Y cuando les dije que ya estaba todo listo, me preguntaban que número iba a ocupar para comprar la camiseta. El único que está destiñendo es mi papá, que es del Conce.

¿Qué dijo él?

Es hincha del Conce, pero primero que todo está la familia. Él va a apoyar a su equipo. El Conce está muy arriba peleando el ascenso y nosotros estamos abajo, así que él alienta a su equipo y cuando me toque jugar, me apoya a mi.

¿Y qué número ocupará?

El 26, creo.

¿Cómo ha visto al grupo? Las cosas se han dado bien dentro de la cancha, pero por todo lo que ha pasado afuera está complejo mantener la categoría …

Sí, está complejo, pero él (Sebastián Ortíz) y el grupo están convencidos. Los veo día a día y están enfocados en sacar la cosa adelante. No hay nada más en la mente que salvar la categoría y dejar al Vial en Segunda.

Futbolísticamente, ¿cómo está?

La verdad, uno tampoco se olvida de jugar. Me he sentido bien, como que me volvió el alma al cuerpo. Estoy reencantado otra vez y eso lo ha hecho sentir el grupo. Es un plantel joven, sano, de buenas personas, y eso es fundamental.

¿Se salvan?

Sí. Están todos convencidos de lo mismo. Por algo no se pierde hace como cinco partidos