Romina Mardones
Antonio Ramírez, Theo y Romina Mardones en la pista del Ester Roa | Cedida

Romina Mardones: dejó la pista para dedicarse a la maternidad. La atleta de 27 años disfruta a concho la actividad física, pero la llegada de Theo cambió su vida. «Ya estuve casi 20 años en el deporte y era momento de dar un paso al costado para disfrutar mi maternidad. En algún momento tal vez, cuando Theo esté un poquito más grande, puedo retomar», revela.

Su especialidad fueron siempre los 100 y 200 metros, brillando en las pistas y destacando por su velocidad. Romina cuenta que «dejé de entrenar en mi embarazo. Tenía la idea de seguir moviéndome, pero hubo complicaciones y tuve que darle un stop. Decidí no continuar, pero por una decisión que yo tomé. Más que nada por lo difícil de soltar a los bebés y desconectarse de cierta forma … ya que una siempre está pensando en el bebé».

En todo caso, sigue ligada a la actividad. Romina entrena niños entre 6 y 9 años en el Club Atlético Concepción, además de trabajar en la selección de atletismo de la UDD y en los talleres de la misma disciplina en el Colegio Francés y Sagrado Corazón. «Priorizo trabajar porque lo monetario es lo primero. Entrenar para mí, en este momento, pasó a tercer, cuarto o quinto plano. No es mi prioridad. El tiempo en el que no trabajo, prefiero dedicarme a mi bebé. Es pequeño. Tengo la oportunidad de no perderme ninguna etapa de él», expresa.

Theo tiene 8 meses y seguramente en unos pocos años, goce tanto con el deporte como sus padres. La pareja de Romina es Antonio Ramírez, futbolista de Fernández Vial con pasos por Huachipato y Universidad de Concepción. La atleta bromea entre risas que «estamos esperando que Theo pueda caminar para llevarlo a la pista o la cancha», agregando más en serio que «le queremos inculcar el deporte con Antonio. Él, como nos ve ligados al deporte, seguirá nuestros pasos. Me da lo mismo en qué, pero hay que entregarle las herramientas que da el deporte. Si hace atletismo, mamá chocha … y si hace fútbol, papá chocho. Lo estaremos apoyando igual en lo que escoja, sea básquet o cualquier cosa».

Romina Mardones: dejó la pista para dedicarse a la maternidad. «Es una decisión que yo tomé, pero conozco muchas deportistas que trabajan, son mamás y siguen en el alto rendimiento. Yo opté por pasar más tiempo en familia», cierra una entusiasta y esforzada madre-deportista.

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