La idea que surge para recuperar la cancha del Ester Roa. Ha sido tema de conversación desde inicio de año, e incluso antes. El pésimo estado de la cancha del principal reducto deportivo del Biobío genera discusión.
Pese a los trabajos de recuperación que se han realizado en el recinto en los últimos meses, la cancha no mejora. Los clubes locales que utilizan el estadio han hecho evidente su preocupación por un terreno de juego que tiene evidentes irregularidades, sobre todo frente a las bancas.
Desde el municipio penquista se defienden apuntando a que la situación se les hizo saber a los equipos desde inicio de año, específicamente desde la «Noche Lila» y el amistoso entre U. de Concepción y Deportes Concepción. Sin embargo, tales clubes igualmente decidieron utilizar la cancha. En esa misma línea, argumentan poca colaboración de todos los equipos que usan el recinto, tomando en cuenta que pese a que se les ha sugerido no calentar a los arqueros previo a los partidos, no hacen caso.
Parar
Según supo Sabes Deportes en exclusiva, han existido conversaciones -por ahora informales- entre los elencos de la zona y el municipio de Concepción para cerrar la cancha. Eso sí, después del 20 de abril, día en el que jugarán U. de Concepción y Deportes Concepción. La idea es que no se juegue en la cancha del Ester Roa por lo menos durante 30 días.
En tal escenario, U. de Concepción y Deportes Concepción deberían buscar un estadio para jugar como locales. Por ahora certificar El Morro y arrendar el CAP Acero asoman como las alternativas más viables entre uno y otro elenco, respectivamente.
¿Y se arreglará la cancha en 30 días? Es la gran interrogante que surge al respecto. Cabe consignar que en los últimos meses se realizó una resiembra en la cancha, pero las semillas no germinaron porque se seguían jugando partidos. En esa línea, además, hubo un hongo que afectó a la superficie.
La idea de parar un mes no asegura que la cancha quedará como nueva, pero claramente debería mejorar. Es necesario recalcar que resembrar toda la cancha y repararla desde cero, implicaría dejarla sin uso por lo menos 5-6 meses. Aquellos trabajos constarían en sacar cerca de 10 centímetros de la primera capa, aplicar arena y actualizar los sistemas de riego antes de resembrar. Por lo mismo, las alternativas hoy son: seguir hasta fin de año tal como está o parar un mes.
Por el momento, las conversaciones siguen en curso respecto a una decisión que debe tomarse pronto. De cara a las próximas semanas y pase lo que pase en torno al cierre o no de la cancha, el municipio penquista ya compró mil kilos de semilla para resembrar. Si el clima se mantiene sin lluvias ni temporales, la cancha algo debería mejorar. De lo contrario, ante un posible temporal y un uso excesivo, solamente empeorará.
¿Y la idea de cancha híbrida? Según supo este medio, el proyecto aún no avanza. Lo ideal sería tener todo sellado en septiembre, pero sigue entrampado.
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