El entrenador chileno ha construido una carrera admirable en el fútbol europeo, marcada por títulos, gestas históricas y un estilo que prioriza el buen juego. Sin embargo, más allá de sus logros deportivos, Manuel Pellegrini protagoniza una coincidencia poco común: ha conseguido dos importantes logros con sus equipos en europa durante los dos anuncios más recientes de un nuevo Papa desde el Vaticano, en 2013 y en 2025.
La primera vez ocurrió en marzo de 2013. Pellegrini dirigía al Málaga en una campaña que marcó un antes y un después para el club andaluz, llevándolo hasta los cuartos de final de la UEFA Champions League. En ese contexto, el equipo jugó de local ante el Porto en los octavos de final. Justo en ese día, el Vaticano comunicó al mundo la elección del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como el nuevo pontífice, quien asumió como el Papa Francisco. En medio de la expectación global por el cambio en la Iglesia Católica, el técnico chileno se encontraba a escasos kilómetros, concentrado en un reto histórico para su equipo.
12 años después se repite la historia
Doce años más tarde, en mayo de 2025, Manuel Pellegrini volvió a coincidir con un evento de magnitud similar con el Vaticano. Esta vez, como entrenador del Real Betis, acababa de conseguir un logro sin precedentes para el club sevillano: la clasificación a su primera final europea, tras superar a la Fiorentina en la UEFA Conference League. La curiosidad se repetía, ya que el Vaticano anunciaba al sucesor de Francisco, marcando una nueva etapa en la Iglesia y repitiendo la escena de 2013: Pellegrini en un hecho histórico, y un nuevo Papa siendo presentado al mundo desde el balcón de la Plaza de San Pedro.
Las coincidencias no pasaron desapercibidas. En ambas ocasiones, Pellegrini vivía momentos claves de su carrera: primero con el modesto Málaga desafiando a gigantes de Europa, y luego con el Betis, un club tradicional que él ayudó a reconectar con el éxito continental. Al mismo tiempo, la Iglesia Católica enfrentaba cambios trascendentales, con millones de personas pendientes del humo blanco que anunciaba a un nuevo líder espiritual.
Aunque se trate de simples cruces de fechas y destinos, muchos han visto en este patrón una anécdota casi mística, que une fútbol y religión en una narrativa inesperada. Los hinchas más supersticiosos incluso lo mencionan como un presagio de buenos augurios cada vez que Pellegrini conecta con el Vaticano.
El propio técnico, reservado como es habitual, no ha hecho comentarios públicos sobre esta peculiar coincidencia. Sin embargo, sus logros en competencias europeas durante estos dos hitos eclesiásticos ya forman parte de la curiosa historia del fútbol moderno, donde lo improbable muchas veces se convierte en leyenda.
Síguenos en Sabes Deportes.