Javier Altamirano nunca olvidará el 17 de marzo en Argentina. El volante defendía a Estudiantes de La Plata ante Boca Juniors por la Copa de La Liga y en el minuto 25, el formado en Huachipato se desplomó en la cancha, convulsionó y preocupó a todo el mundo debido a una trombosis en el sistema venoso del seno longuitudinal del cerebro. Un mes y medio después, el jugador volvió a trabajar con el cuadro de Eduardo Domínguez.
El mediocampista de Estudiantes de La Plata retornó a mitad de semana a las prácticas en forma diferenciada, pero siempre compartiendo con sus compañeros y la dirigencia liderada por Juan Sebastián Verón. Javier Altamirano está realizando trabajo de gimnasio, con balón, pero sin contacto para evitar cualquier retroceso en la recuperación.
Hoy, a la salida del predio de Estudiantes de La Plata a horas de la final ante Vélez Sarsfield, Javier Altamirano, agradeció con mucha emoción su vuelta a las prácticas.
«Sí, positivo, la verdad es que me llamó la atención el cariño de los hinchas. Soy una persona de bajo perfil, no me gusta salir en ningún lado, me llamó la atención el cariño, a mi pareja, a mí y a mi familia. Es un club de familia, valoro el cariño de todos y se estima mucho«, dijo Altamirano en Cielo Sports.
La presencia de Javier Altamirano es fundamental para el grupo en Estudiantes de La Plata, ya que sus compañeros están enfocados en ganar a Vélez por la final de la Copa de la Liga en Santiago del Estero y la presencia del volante es fundamental a horas del gran partido.
«Es un avance, claro, el hecho de ya estar acá con el grupo y mis compañeros es un paso enorme a lo sucedido«, agregó.
Sin duda, Javier Altamirano gana mucho en lo actitudinal con Estudiantes y el mismo volante nacional lo reconoce. «Todo esto te da un golpe anímico. Es positivo el hecho que la gente que a uno lo quiera y que te demuestran ese querer. Me da una motivación extra», terminó.