De la Armada a la cancha: la historia del primer refuerzo de Fernández Vial. El fútbol y la vida le han dado más de una oportunidad a Matías Tapia.
El lateral derecho vistió la camiseta de Naval en las últimas temporadas, consolidándose como pieza importante en el equipo de Alejandro Pérez. «Estoy contento. Es una experiencia que por primera vez vivo, de irme a otro club de la zona. Estoy muy motivado por hacer las cosas bien», comentó Tapia en diálogo con Sabes Deportes.
Quien hasta ahora es el único refuerzo del «Almirante», agregó que «fue una decisión muy difícil. A Naval lo tengo en el corazón y siempre lo tendré ahí. Me abrieron las puertas para jugar desde el primer año. Tuve un gran apoyo del club, el presidente, toda la gente que trabajó y la hinchada. Siempre estaré agradecido. Quizás aparecieron algunos malos comentarios, pero esto es así y me quedo con todo lo bueno de Naval. Como el Vial es un rival de siempre para Naval, algunos lo ven como una traición. Yo entiendo a la gente, pero las cosas son así».
Matías Tapia fue uno de los futbolistas que estuvo a prueba en Fernández Vial a inicios del año pasado. Sin embargo, no quedó y continuó en el «Ancla». Respecto a eso, el lateral expresó que «pudo darse, pero las cosas son así. Hice todo el esfuerzo, pero ojalá este año sea el mejor. La idea es que Fernández Vial vuelva al profesionalismo. Mi objetivo es poder seguir subiendo, jugar en Segunda y así subir, si Dios quiere».
Un giro inesperado
¿Cómo ha sido la carrera de Matías Tapia? El propio lateral cuenta que «Desde chico estaba en Huachipato, en las escuelas y todo. Ahí empecé, pero cerca de los 16 años dejé de jugar y competía solo en el Liceo».
Allí fue cuando Matías inició una etapa en la Armada y sin pensar en las vueltas de la vida se alejó del fútbol. «Estuve en la isla Quiriquina como infante de marina. Fue una experiencia bonita donde rescaté hartas cosas. Después de casi un año me quise salir porque no me encontraba bien, además de otros temas personales. En eso, estaba saliendo, revisé el celu y vi que estaban haciendo pruebas para el primer equipo de Naval. Vi y ya estaban cerradas las inscripciones, pero quise ir igual nomás. Chamullé diciendo que había hablado con el profe y todo. Pero nunca fue, nunca había hablado con él. Gracias a Dios salieron bien las cosas», reveló.
Desde ese momento, Matías Tapia inició un exitoso ciclo en Naval que no pudo culminar con un ascenso, pero convirtiéndose en una pieza importante en el puerto. «No se dieron las cosas, pero ahora voy por mi revancha en Fernández Vial», cerró.
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