Darwin Manríquez, Lota Schwager
Fotos: Lota Schwager | Pasión Minera

El dramático relato del delantero de Lota Schwager al que le apuñalaron a su padre: «Lo salvé». Han sido días difíciles para Darwin Manríquez. El futbolista minero fue uno de los afectados por los graves incidentes y la batalla campal del domingo en El Morro de Talcahuano.

En diálogo con Sabes Deportes, el atacante minero narró lo vivido en una jornada que, tristemente, jamás olvidará. «Le pusieron tres puñaladas en la espalda a mi papito y una de esas casi le llega al pulmón. La sensación es de miedo porque siempre me ha acompañado en todo momento, viaja a verme. Ese día no respetaron nada, estaban todos descontrolados y locos», contó.

Una lesión siempre será negativa para un deportista, pero en este caso le sirvió a Darwin para cuidar a su padre. «Yo estaba viendo el partido con mis compañeros y cuando quedaban como 15′ para el final, mi papá me dice ‘venga a tomarse un café con su mamita’. Fui y me quedé hasta el final con ellos. Ahí empezó todo el incidente entre las barras, llegaron a ofrecer combos, cuchillazos y tirar bengalas. Gracias a Dios no lleve a mi hijita ni mi pareja. Solo atinamos a correr al portón donde había policías que no hacían nada. No había seguridad, nada … solo unas barreras que se caían con el viento. Los pocos guardias que había, no tenían experiencia de guardia. Ellos arrancaron», recuerda.

Y ahí estalló todo, el descontrol total. «Nosotros salimos corriendo y veo que a mi papá le estaban robando la polera, lo tiran al suelo. En eso, un tipo viene por detrás y le pone tres puñaladas al hilo. Lo salvé. Vi que estaba en el suelo y atiné a defenderlo. Sentí angustia, rabia, desesperación y sólo atiné a pegarle al loco que estaba hiriendo a mi papá», revela, agregando que «lo eché arriba de un auto para el hospital, me rodearon varios simios, les dije que era jugador y que iba con mi mamá, pero igual me golpearon. Agredieron a mi padrino que fue al médico porque le estaba reventando sangre en los hematomas que le salieron en la cabeza. No había policías, guardias ni nadie que hiciera algo. Es una frustración tremenda. Si no me aparezco, lo de mi papá termina mucho peor».

Con el paso de los días Darwin ya está más tranquilo, sobre todo porque pese a la gravedad del ataque su papá ya está en la casa. «Así está el fútbol hoy. Por culpa de los simios, paga gente que nada que ver. Esos mismos empezaron a robarles a las señoras y niños … si tenían los sables y cuchillos dentro del recinto», cerró el delantero de Lota Schwager.