Curicó Unido venció 2-1 a Ñublense en una nueva edición del clásico y sigue con vida en la Copa Chile.
Los rojiblancos sabían que era un clásico. Al menos en las emociones y el marcador, se vio reflejado. Ñublense comenzó con todo, pero sufrió a los tres minutos del compromiso la expulsión de Sebastián Valencia, quien dio una fuerte entrada a Maximiliano Quinteros. Desde allí, el planteamiento de Ronald Fuentes tuvo que cambiar completamente. Por Curicó, también hubo una expulsión. A los 32 minutos, Claudio Meneses quedó en un mano a mano con Lucas Molina, quien fue último hombre y lo derribó con un manotazo.
Ante un bajo marco de público en el Estadio Municipal Joaquín Muñoz García, los curicanos abrieron el marcador con el tanto de Matías Retamal a los 46 minutos. A los Diablos Rojos les costó, y más con un jugador menos. Con la falta de precisión y la limitación de herramientas, el DT tuvo que echar mano y resolver con los cambios.
La respuesta de Ñublense que no le sirvió en la derrota ante Curicó Unido por Copa Chile
Fue un segundo tiempo intenso. Con ambos equipos con un jugador menos, los dos equipos siguieron en busca del resultado. Gonzalo Sosa empató las acciones a los 70 minutos y dio el envión a los chillanejos para buscar la remontada. Sin embargo, Iván Rozas se fue expulsado por doble amarilla a los 83 minutos y condicionó el destino para los chillanejos.
Diego Rojas (86’), de tiro libre, anotó el agónico gol de la victoria para el local y quedarse con los tres puntos que lo mantienen con vida en la Copa Chile.
Con este resultado, Curicó sigue no dependiendo de sí mismo. Tiene 8 puntos y está segundo, ahora, debe esperar a lo que haga U. de Conce (7 pts) con Santa Cruz (5 pts) mañana para definir al segundo clasificado del grupo H.