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Con polémica terminó el partido entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid en el Cívitas Metropolitano. El derbi de la ciudad terminó igualado 1-1, pero tuvo un momento atípico que mandó a los protagonistas a los camarines antes de terminar el partido.

Cuando ganaba por la mínima el conjunto de la «Casa Blanca», el arquero visitante Thibaut Courtois recibió proyectiles por parte de la hinchada local. Los colchoneros reaccionaron ante unas palabras del portero belga tras el gol, a lo que respondieron con encendedores que el árbitro notificó.

Justo cuando el Real Madrid dominaba las acciones, el árbitro decidió parar las acciones y envió a los jugadores rumbo al camarín en el 68’0. Estuvieron alrededor de cinco minutos en los vestuarios, mientras se notificaba que si luego de la reanudación, volvían a ocurrir los hechos, se iba a suspender el partido.

Los futbolistas salieron minutos más tarde y terminaron por animar el partido que terminó igualado 1-1. En los descuentos el Atlético de Madrid celebró la igualdad en los pies de Ángel Correa, quien aprovechó una desatención del conjunto visitante en el fondo para dejar todo igualado.

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